Por: Jonás Spellman
Durante décadas, ExxonMobil fue una máquina imparable. Hizo montones de dinero, lo invirtió sabiamente y recompensó generosamente a sus accionistas. Tan recientemente como el 2014, Exxon era la empresa más valiosa del planeta. Su valor de mercado superó los 446.000 millones de dólares a mediados de dicho año, en circunstancias en que los precios del crudo se negociaban por encima de los 100 dólares el barril.
Pero Exxon es hoy una sombra de lo que fue. Una serie de decisiones estratégicas fracasaron, desde apostar por el gas natural en la cima del mercado hasta llegar tarde al boom del esquisto en Estados Unidos. Exxon ahora está perdiendo dinero por primera vez en décadas, y su largo historial de aumento y repartición de dividendos está en seria duda. La empresa es un ejemplo emblemático de la industria de los combustibles fósiles en un momento de profunda preocupación por la crisis climática. Y su valor de mercado se ha derrumbado en la asombrosa cantidad de USD 267 mil millones desde el pico.
Salida del Dow Jones.-
La última humillación para Exxon es que sido expulsada del Dow Jones Industrial Average, el índice exclusivo del que formó parte durante 92 años, y está siendo reemplazada por una empresa de tecnología, Salesforce CRM. Chevron es ahora la única empresa petrolera que forma parte del Dow.
"Es bastante simbólico", dijo Stewart Glickman, analista de energía de CFRA Research. "Es un reconocimiento de que el sector energético ya no tiene la misma influencia que solía tener". El sector energético comprendía el 16% del S&P 500 en 2008, cuando los precios del petróleo subieron por encima de los 140 dólares el barril, según Bespoke Investment Group. Hoy en día, la industria de la energía representa solo un 2,5% del S&P 500. Ese cambio refleja la transformación de la economía estadounidense en favor de la tecnología, y también el impulso del mercado en esa dirección. No es ningún secreto que muchas empresas de tecnología, incluidas Amazon, Apple y Zoom han prosperado enormemente durante la pandemia. Por el contrario, las compañías petroleras se han visto aplastadas por el desplome de los precios y el colapso de la demanda.
Mala apuesta en el gas natural y tarde en el esquisto.-
Pero las principales lecciones de la debacle de Exxon son, a mi juicio, una mala lectura del mercado energético futuro y un mal timing en sus decisiones de inversión y desinversión.
El año 2009 Exxon desembolsó 41 mil millones de dólares para comprar al gigante de gas natural XTO Energy. Ese acuerdo resultó terriblemente inoportuno porque los precios del gas natural se desplomaron poco tiempo después y nunca se recuperaron. Y, en cambio, no logró capitalizar el épico auge petrolero que tuvo lugar en su propia cancha, en la cuenca Pérmica de Texas, mientras se metía en costosos proyectos de perforación en aguas profundas en Rusia y en las arenas petrolíferas de Canadá, ninguna de las cuales funcionó.
La buena noticia es que algunas de las apuestas de Exxon en el extranjero finalmente están dando sus frutos. Sus inversiones en Guyana podrían resultar lucrativas, ya que se espera que esa región se convierta en una importante fuente de crecimiento para la empresa en el futuro. Exxon estima que hay más de 8.000 millones de barriles de petróleo recuperables en Guyana. Pero se necesitará tiempo y dinero para convertir esos barriles en ingresos.
Más lecciones: lentitud en girar el timón hacia las energías renovables.-
Sin embargo, incluso si Guyana resulta ser una victoria, la empresa enfrenta una batalla cuesta arriba debido a la crisis climática. Exxon es la empresa más conocida en la industria de los combustibles fósiles en el mundo en un momento en el que los inversores prefieren apostar por las energías solar y eólica. Aunque las compañías petroleras europeas, incluidas BP y Total, han invertido agresivamente en energía renovable y han establecido objetivos audaces de reducción de emisiones, los esfuerzos de Exxon han sido mucho más tímidos.
Incluso los analistas más pesimistas no predicen que la demanda de petróleo desaparecerá de la noche a la mañana. Pero un alejamiento gradual del crudo, el cual ya es una realidad mundial, significa que solo prosperarán las compañías petroleras mejor administradas. Y durante la última década, al menos, Exxon claramente no ha sido un ejemplo de ello.
Fuentes:
(1) CNN Business Perspectives, Matt Egan, Aug 2020
(2) The Wall Street Journal, Exxon’s Departure From Dow Highlights Market’s Retreat From Energy Bets, Aug 2020