Por: Fernando Mato
Los grandes éxitos corporativos han venido siempre de la mano de la visión, del talento “out of the box” y de la innovación. Tres conceptos que se mueven en la no linealidad corporativa - en la disrupción - pero que conducen sin duda alguna al podium del éxito empresarial y al liderazgo de los mercados. Muchas corporaciones, no obstante, han optado tradicionalmente por modelos lineales que les aportan una sensación de control sobre la incertidumbre. Es así que gran parte de los ecosistemas empresariales han ido evolucionando en su oferta de productos y servicios - el “qué” – y en la incorporación de tecnología - el “con qué” - pero menos en la estrategia - el “cómo” y menos aún en la innovación - el “hacia dónde”.
“In today’s era of volatility, there is no other way but to re-invent. The only sustainable advantage you can have over others is agility, that’s it. Because nothing else is sustainable, everything else you create, somebody else will replicate.” —
Jeff Bezos, CEO and President, Amazon
Desde esa perspectiva, cuando hablamos por ejemplo de Transformación Digital, buena parte del sector productivo adopta dicho proceso desde la concepción de mejora tecnológica enfocada exclusivamente al “con qué”, limitando así el potencial de la innovación que recae mayoritariamente sobre el “cómo” y el “hacia dónde”. Esta concepción, si bien legítima desde la estrategia empresarial, sitúa no obstante en grave riesgo de continuidad a las corporaciones en la era de la Cuarta Revolución Industrial; una nueva era que, no sólo ya llegó, sino que supone la mayor transformación que haya conocido el sector productivo a lo largo de su historia. Y el camino hacia ella se llama, justamente, Transformación Digital.
“Every industry and every organization will have to transform itself in the next few years. What is coming at us is bigger than the original internet, and you need to understand it, get on board with it, and figure out how to transform your business.” —
Tim O’Reilly, Founder & CEO of O’Reilly Media
Como se desprende de un análisis de los resultados recién publicados por el IMD World Competitiveness Center, los países que encabezan el ranking de competitividad digital lo hacen apuntando no solo hacia la tecnología, sino también hacia el conocimiento y la capacidad de desarrollo. De este análisis se puede extraer también la ausencia completa de Latinoamérica en este escenario de competitividad digital y las razones que llevan a ello. En una trayectoria creciente de globalización de los mercados, no obstante, dicha ausencia resulta preocupante para el liderazgo de la región y de sus corporaciones. Llegados a este punto, la pregunta principal que subyace es ¿qué hacer para revertir la situación?
Lo primero es comprender en profundidad el proceso de Transformación Digital, el cual que ha originado una auténtica Torre de Babel. Si bien dicho proceso va ligado a un cambio tecnológico que evoluciona actualmente de forma exponencial, su mascarón de proa recae en un ugrading ágil del know-how corporativo.
En este sentido, el mercado laboral latinoamericano debe apostar por un gran ausente: el talento “out of the box”; y éste no se mide desde las competencias basadas en certificaciones enfocadas hacia habilidades duras específicas, puntuales y de caducidad predecible. Se mide en la capacidad demostrada de generación de nuevo conocimiento y su aplicación a los procesos empresariales desde un alto nivel de background en habilidades duras, visión estratégica, pensamiento crítico e innovación disruptiva.
Así las cosas, este profundo proceso de transformación viene determinado por la capacidad de desarrollo de las corporaciones en el marco de la Cuarta Revolución Industrial desde las métricas de adaptabilidad e integración, y su agilidad en el proceso, primando fuertemente sobre lo urgente la transición hacia lo importante.
La tecnología en este escenario se constituye entonces en el medio para este cambio, pero no en el fin en sí mismo; un medio al que las corporaciones necesitan adaptarse desde ya, de manera dinámica y continua, a través de ese upgrading de know-how que direccione la inversión estratégica de capital y la innovación tecnológica desde la dinámica de cambio de los marcos tecnológico y regulatorio.
Se trata, por tanto, no solo de una apropiación inteligente de las herramientas tecnológicas pertinentes para el desarrollo futuro de las compañías, sino también de una gestión ágil del proceso de transformación dentro del ecosistema corporativo, desde un ugrading del know-how operativo, estratégico y de comunicación. Todo ello catalizado desde un liderazgo ágil y un relacionamiento colaborativo eficaz.
“The reality is, many digital transformations fail because companies aren’t integrating their business and technology strategies from the start. It’s imperative that CIOs know how to quantify their progress with AI and digitization technologies and understand how to effectively communicate this value to key stakeholders.” —
Chris Bedi, CIO, ServiceNow
De manera sintetizada, el camino para incorporar sinérgicamente la tecnología y el ugrading del know-how recae fundamentalmente en las siguientes tres claves:
1) Integrar la capacidad de extracción inteligente de información - Smart Data - para lo cual la Ciencia de Datos y la Inteligencia Artificial son su ecosistema natural. La razón es que al día de hoy se requiere un manejo de la información que sustituya la estrategia tradicional de analítica de datos de buscar respuestas a “¿qué ocurrió?” y “¿por qué?”, hacia un enfoque de “¿qué va a ocurrir?” y “¿cómo podemos hacer para que suceda (éxito) o para evitar que suceda (fracaso)?”.
2) Integrar las habilidades internas de la organización para aprovechar las capacidades tecnológicas, enfocándolas hacia transformar procesos, productos y servicios.
3) Integrar la capacidad de innovación alimentada por una toma de decisiones eficaz - desde las dos claves anteriores - y que ésta se convierta en el motor de la ventaja comparativa hacia el liderazgo de los mercados.
En el momento actual, la tendencia de los países que encabezan el ranking de competividad digital IMD es tercerizar, en parte o en todo, los procesos de transformación involucrados en estas tres claves. La razón es la marcada escasez de profesionales y especialistas formados en Ciencia de Datos e IA para ser absorbidos por las compañías, y de perfiles “out of the box” que manejen ambos frentes.
En el momento actual, la tendencia de los países que encabezan el ranking de competividad digital IMD es tercerizar, en parte o en todo, los procesos de transformación involucrados en estas tres claves. La razón es la marcada escasez de profesionales y especialistas formados en Ciencia de Datos e IA para ser absorbidos por las compañías, y de perfiles “out of the box” que manejen ambos frentes.
Fuentes y material revisado:
- MIT Sloan Management Review (https://sloanreview.mit.edu)
- Harvard Business Review (https://hbr.org)
- World Economic Forum (https://www.weforum.org)
- IMD World Competitiveness Center (imd.org)
- Casos propios de SYNERGOS